“A ti te las confío” “de generación en generación, para que los jóvenes, hombres y mujeres, plenamente realizados y felices en esta tierra, descubran la riqueza del don de sí por Amor a Dios sean los santos del tercer milenio, para que sientan siempre este mandato como dirigido a ellos personalmente y respondan aceptando ser piedras vivas del Monumento a María Auxiliadora”!

“Gran paciencia y dulzura sin medida”.

“Estad siempre unidas con el corazón”.

“Ten siempre gran caridad con todos...”

“Haced con libertad todo lo que requiera la caridad”.

“No te fijes nunca en los defectos de los demás, sino en los tuyos”.

“Tened siempre una gran caridad con todos, y nunca particularidades”.

“Si yo amo a Jesús de todo corazón, sabré también hacerlo amar por las demás”.

“Corregid, advertid siempre, pero compadeced de corazón y usad caridad con todas”.

“Pongamos todas empeño en ejercitarnos en la verdadera humildad y caridad, soportando mutuamente nuestros defectos”.

“No te desanimes ante ninguna adversidad; recíbelo todo de las manos de Jesús, pon toda tu confianza en Él y espéralo todo de Él”.

“No te ofendas nunca, antes bien, cuando adviertas que alguna necesita un consuelo, dáselo y consolaos y ayudaos recíprocamente…”

Este año la Fiesta de la Gratitud a nivel mundial se celebrará en California ( Bellflower) el día 26 de abril. 

Gracias por la vida de Madre Yvonne y su servicio de animación en estos años de fecundidad apostólica, en donde el árbol se fortalece por la unidad y diversidad de cada una de sus ramas, dando frutos... tratando de hacer lo que Él  nos diga para ser portadoras del Amor de Dios  a los jóvenes.

La Gratitud es un valor que nos habla de la nobleza del corazón que sabe gozar con las sorpresas de Dios en las mediaciones; por ello damos Gracias a Dios que en la vida de Madre Yvonne se ha hecho donación y servicio a todo el Instituto.

Gracias Madre Yvonne porque tu vida ha sido un acto de misericordia no solamente para las Hermanas sino para los jóvenes  y especialmente para los más  pobres y necesitados, a quienes siempre acogiste con ternura y con el corazón abierto a sus necesidades.

La alegría ha sido una de tus características. Con los niños y los jóvenes has sido la mujer que contagia la alegría para estar con ellos y ser testimonio del Amor de Dios para cada uno de los que encuentras en tu camino.

Porque tu vida eso ha sido: entrega al Instituto. No has descansado de donarte minutualmente contando siempre con las Hermanas y con los jóvenes sobre todo con los más pobres como fue el querer de D. Bosco y de M. Mazzarello.

Porque tu vida es una invitación a no quedarnos en la desesperanza sino a que vivamos con optimismo esperando siempre lo mejor para nosotras y los jóvenes que están a nuestro cuidado. Tu vida es esperanza de un mejor futuro para todos.

Porque ésto es lo que has hecho durante el sexenio. Darnos ejemplo de vida. Eres testimonio vivo del Carisma del Instituto. ¡Gracias Madre Yvonne!

Gracias Madre Yvonne porque tu vida hoy como el árbol fecundo, florece y da frutos en el mundo para bien de tus hijas las Hermanas, los laicos y los jóvenes especialmente los más pobres que son tus preferidos.