Celebramos en el año 2015 el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Pidámosle que nos enseñe a ser generosas y fieles para responder al Señor como  respondió él al llamado que Dios le hizo para que se entregara en bien de los ñiños y jóvenes más pobres y necesitados

 

PRIMERA PARTE

SEGUNDA PARTE

TERCERA PARTE

PILARES DE LA ESPIRITUALIDAD JUVENIL SALESINA

SU MÉTODO EDUCATIVO

SISTEMA PREVENTIVO

ESPÍRITU DE FAMILIA

LA RELIGIÓN EN EL SISTEMA PREVENTIVO

SUEÑO DE D. BOSCO SOBRE LA DIVINA PASTORA



Tuve un hermoso sueño: vi acercarse a una gran señora que guiaba un numerosísimo rebaño, y dirigiéndose hacia mí y llamándome por mi nombre, me dijo: “Mira Juanito, todo este rebaño te lo entrego a tus cuidados”. 

Yo le dije: “¿Y cómo me las arreglaré para cuidar de tantas ovejas y de tantos corderitos?”. La señora me respondió: “No tengas miedo, yo estaré contigo”, y desapareció.

 


Celebramos hoy 17 de diciembre el cumpleaños del Papa Francisco. Nuestro mejor regalo es rezar por él como él mismo lo pide con tanta insistencia. Que Jesús Buen Pastor lo acompañe siempre para que pronto tengamos una Iglesia donde haya un solo rebaño bajo un único pastor.

 

“… toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio

 

“No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración”

 

“Os hará bien participar con confianza en un camino comunitario que sepa despertar en vosotros y en torno a vosotros las mejores energías.

 

“Ninguna vocación nace por sí misma o vive por sí misma. La vocación surge del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia del amor fraterno”

 

“La verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes…”

 

Dispongamos por tanto nuestro corazón a ser «terreno bueno» para escuchar, acoger y vivir la Palabra y dar así fruto”.

(Del Mensaje del Papa para la Jornada mundial de las vocaciones 2.014)

 

 

Por qué no haces un pare en tu vida y te detienes un momento a pensar ¿qué es lo que Dios quiere de ti para que seas feliz toda tu vida?

 

 

 

V oluntad de Dios
O ración y trabajo

C aridad y sencillez

A legría y esperanza

C onstancia y respeto

I nterés y bondad

O ptimismo y dulzura

N acer para Dios

 

"La alegría es signo de un corazón que ama mucho al Señor"

Madre Mazzarello

Cuando el corazón es todo para Dios, la alegría es su expresión más constante. 

Jesús así nos lo demuestra:

  • Admiró los pájaros del cielo y los lirios del campo.
  • Exaltó la alegría del sembrador
  • Colocó el ejemplo de la alegría de una mujer que pierde una moneda y la encuentra
  • Alabó a su Padre por las maravillas que obró en los humildes y sencillos.

Todas estas alegrías eran para Jesús signos de las alegrías del Reino

Sí El goza e irradia alegría es porque la lleva muy adentro, por el amor profundo con el que se sabe amado por su Padre: "Tu eres mi Hijo muy amado, mi predilecto" (Lc 3,22)

 

La alegría es una de las características de la vida salesiana. ¿La tienes? 

 

Los grandes amores de Don Bosco: La Iglesia, la Eucaristía y la Auxiliadora

 

Hoy día, todavía nos resulta sorprendente comprobar cómo aquellos pescadores fueron capaces de dejar su trabajo, sus familias, y seguir a Jesús («Dejándolo todo, le siguieron»: Lc 5,11), precisamente cuando Éste se manifiesta ante ellos como un colaborador excepcional para el negocio que les proporciona el sustento. Si Jesús de Nazaret nos hiciera la propuesta a nosotros, en este siglo XXI..., ¿tendríamos el coraje de aquellos hombres?; ¿seríamos capaces de intuir cuál es la verdadera ganancia?

La propuesta es atrayente, sólo nos hace falta saber y querer despojarnos de nuestros miedos, de nuestros “qué dirán” y poner rumbo a aguas mas profundas, o lo que es lo mismo, a horizontes más lejanos de aquellos que constriñen nuestra mediocre cotidianeidad de zozobras y desánimos. «Quien tropieza en el camino, por poco que avance, algo se acerca al término; quien corre fuera de él, cuanto más corra más se aleja del término» (Santo Tomás de Aquino).

 

«Duc in altum»; «Rema mar adentro» (Lc 5,4): ¡no nos quedemos en las costas de un mundo que vive mirándose a sí mismo! Nuestra navegación por los mares de la vida nos ha de conducir hasta atracar en la tierra prometida, que es regalo del Padre, pero también trabajo del hombre —tuyo, mío— al servicio a los demás en la barca de la Iglesia. Cristo nos conoce bien, de nosotros depende: o en el puerto de nuestro egoísmo, o hacia sus horizontes entregándole la vida.

 

 

 

"En adelante serás pescador de hombres". El destino propuesto por Jesús es por mucho superior al oficio ejercitado hasta entonces por Simón. Pescar hombres es una empresa mucho mas noble y difícil que pescar peces. Es una misión maravillosa, más milagrosa aún que la pesca que acaban de hacer.

 

La vocación compromete al hombre en un trabajo muy por encima de los trabajos humanos ordinarios: ganar almas para Cristo: Es en realidad una obra divina, porque solo Dios puede elegir a un joven, convertirlo, transformarlo, santificarlo. Una obra divina sobrepasa a todo oficio, carrera o profesión, a todo trabajo humano. La vocación es una invitación a cumplir el trabajo de Dios, un trabajo milagroso.

 

 

"Lo dejaron todo y siguieron a Jesús". Dejaron aún la pesca milagrosa que los había llenado de admiración, porque comprenden que Jesús vale mucho más que las dos barcas llenas de pescados que les acaba de obsequiar.

 

Los que están destinados a ser pescadores de hombres, están invitados a dejarlo todo para seguir a Cristo. Para trabajar plenamente, con todas sus fuerzas, en la obra de la salvación de la humanidad, es necesario renunciar a todo lo demás, aceptar el que todo su haber sea Cristo. La vocación reclama el desprendimiento completo del mundo, para alcanzar el apego total al Salvador.

 


El Papa Benedicto XVI ha explicado que la santidad "no consiste en realizar acciones extraordinarias, sino en unirse a Cristo, en vivir sus misterios"


La santidad no es algo reservado a algunas almas escogidas; todos, sin excepción, estamos llamados a la santidad.


La santidad consiste, en vivir con convicción la realidad del amor de Dios, a pesar de las dificultades de la historia y de la propia vida. El Sermón de la Montaña es la única escuela para ser santos.


La santidad consiste, además, en la vida de ocultamiento y de humildad: saberse sumergir en el trabajo cotidiano de los hombres, pero en silencio, sin ruidos de crónica, sin ecos mundanos.


La santidad del hombre es obra de Dios. Nunca será suficiente manifestarle gratitud por esta obra. Cuando veneramos las obras de Dios, veneramos y adoramos sobre todo a Él mismo, el Dios Santísimo. Y entre todas las obras de Dios, la más grande es la santidad de una criatura: la santidad del hombre.


Aunque la santidad nace de Dios mismo, a la vez, desde el punto de vista humano, se comunica de hombre a hombre. De este modo, podemos decir también que los santos «engendran» a los santos.


Un santo es, en su vida y en su muerte, traducción del Evangelio para su país y su época. Cristo no vacila en invitar a sus discípulos al seguimiento, a la perfección.


¿Qué es la santidad? Es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Dios.


Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.

Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo. El Don de la Fe es más grande que todos los super poderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie.

 Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.

La Santidad salesiana (PPTminimizer).ppt
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Una joven había madrugado con intención de coronar una cumbre, particularmente escarpada, antes de que el sol estuviera muy alto. Llevaba ya horas de esfuerzos en su solitaria ascensión y su cuerpo empezaba a sentir el cansancio.  En sus botas había polvo de muchos paisajes y en su corazón poso de muchas melodías. Inesperadamente, el camino que seguía se bifurcó en dos. Se detuvo dubitativa por temor a equivocarse.

 

A los pocos minutos divisó a alguien que caminaba en dirección contraria.

-Oye- le preguntó tras saludarlo - ¿me puede indicar cuál es el verdadero camino que conduce a la cumbre?

-El verdadero camino -respondió el otro sin detenerse - es el que no conduce a ninguna parte porque solo así seguirás siempre buscando.

 

Al leer este cuento, “Busca y encuentra”, seguro que no te ha dejado indiferente, porque algo estás sintiendo en tu interior. Por ello, si estás titubeando o si te encuentras ante una bifurcación en tu vida porque te sientes llamada por el Señor, si intuyes que Alguien te está “alterando la vida” porque te la está pidiendo, si se te presenta la posibilidad de optar por la vida religiosa... no te detengas ante el temor o el miedo a equivocarte, busca y encuentra el verdadero camino para tu vida.

 

Ten la valentía de interrogarte sobre lo que te puede hacer feliz y ¡atrévete a tomar una decisión! Elegir un camino, una opción, es apostar, jugártela y dar respuesta a uno de los interrogantes de la vida, con todas las consecuencias de aquello que amas y que quieres vivir.

 

Te estarás preguntando aún… ¿Y dónde seguir a Jesús? Aprovecha tu conexión… www.pastoralvocacionalma.com y decídete... en la vida salesiana hay puesto para ti, si realmente quieres darle la vida al Señor, teniéndolo como centro de tu vida.