26 de abril de 2016
El 26 de abril se celebra la Fiesta de la gratitud la Madre en Sam Phran en la inspectoría tailandesa “Santa María Mazzarello” (THA). El 26 de abril es una fecha importante para nuestro Instituto: expresamos a la Madre Yonne, de manera particular, nuestro gracias por lo que es y lo que nos da. Estos días pueden ser un tiempo para recordar el valor de la gratitud dejándonos ayudar por María Mazzarello que escogió el agradecimiento como estilo y actitud de vida, confiriendo a la gratitud un valor importante para la construcción de una personalidad feliz.
Ya es la hora de conocer la persona de la Madre Yvonne que es la Superiora General del Instituto de las FMA. La fiesta de la gratitud ideada por D. Bosco es ya tradición en la Familia Salesiana.
M. Yvonne ha querido celebrarla cada año en un país diferente, este año se celebra en Thailandia. Para la Madre nuestra oración, nuestro cariño y nuestro agradecimiento.
Madre Yvonne:
Desde Colombia -Provincia María Auxiliadora - te felicitamos y te enviamos este ramo de flores para que lo disfrutes colocándolo junto a la Virgen, a fin de que sea Ella quien bendiga a todas las FMA del mundo, al personal en formación y a las jóvenes que desean entregar su vida al Señor para vivir en el Instituto con las niñas niños y jóvenes más necesitados.
La Iglesia cada año se viste de fiesta con sus mejores vestidos de Resurrección para la celebración de la Fiesta del Buen Pastor, el cuarto (4º) domingo de Pascua. En este día del Señor volvemos a sentir, con renovada fuerza, el amor protector, incondicional, valiente y tierno de Jesús Resucitado!
Qué importante anunciarle a los más pequeños el gran secreto que Jesús quiere revelarnos hoy en este Evangelio, narrado por san Juan en el capítulo 10, versículos 11 a 18.
¿Qué quiere Jesús enseñarnos hoy? El nos dice "MIS OVEJAS ESCUCHAN MI VOZ…": Y tú... ¿escuchas la llamada de Jesús?
¿QUÉ ES LA ASCENSIÓN?
La ascensión de Jesucristo es una expresión que procede de las primeras
comunidades cristianas, para hacer referencia a la glorificación que según la Biblia recibió Jesús de Nazaret tras su muerte, de manos de Dios Padre. ...
Esta solemnidad ha sido trasladada al domingo 7º de Pascua desde su día originario, el jueves de la 6º semana de Pascua, cuando se cumplen los cuarenta días después de la resurrección, conforme al relato de San Lucas en su Evangelio y en los Hechos de los Apóstoles; pero sigue conservando el simbolismo de la cuarentena: como el Pueblo de Dios anduvo cuarenta días en su Éxodo del desierto hasta llegar a la tierra prometida, así Jesús cumple su Exodo pascual en cuarenta días de apariciones y enseñanzas hasta ir al Padre.
La Ascensión es un momento más del único misterio pascual de la muerte y resurrección de Jesucristo, y expresa sobre todo la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza humana de Jesús como contrapunto a la humillación padecida en la pasión, muerte y sepultura.
Lee el relato de la ascensión e el Evangelio de San Lucas o en los Hechos de los apóstoles y pregúntate: ¿qué me dice a mí este relato? ¿Será que aún sigo viviendo sin enamorarme de Jesús para mirar las necesidades de mis hermanos los jóvenes más necesitados?
Celebramos en este domingo la fiesta del Espíritu Santo (Pentecostés). Fiesta que se celebra 50 días después de la Pascua. Para nosotros cristianos católicos es una gran fiesta con la que damos fin al tiempo Pascual para empezar el tiempo ordinario que nos propone la Iglesia.
Pidamos al Espíritu Santo nos regale sus dones para que nos renovemos espiritualmente y así nuestra vida sea de más compromiso cada día y nuestra única aspiración sea la Santidad
María esposa del Espíritu Santo.
La palabra "esposa" expresa la relación íntima y estrecha entre María y el Espíritu Santo. Esta unión íntima y única entre el Espíritu Santo y María tuvo lugar en el momento de su inmaculada concepción en el vientre de su madre, Santa Ana. En esta unión mística y a través de ella, Dios mantuvo a María libre del pecado original.
También la llenó de una abundancia de gracia tal que le permitiera un día convertirse en la Madre de Dios.
El hecho de que el Espíritu Santo more permanentemente en el alma de María es tan grande que Ella, una criatura, es capaz de darnos a conocer la Persona del Espíritu Santo en la obra que Él realiza en Ella
La relación entre María y el Espíritu Santo es de un gran Amor En el momento de la Anunciación, por su receptividad a la gracia y al poder del Espíritu Santo, que vino a ella y la cubrió, María concibió a Jesús por quien la Vida de gracia llegaría al mundo, a todas nosotras.
Los frutos del Espíritu Santo son el resultado de la presencia del Espíritu Santo en la vida de un cristiano. Uno de los principales propósitos del Espíritu Santo al entrar en la vida de una
persona, es el de cambiar esa vida. Es el trabajo del Espíritu Santo conformarnos a la imagen de Cristo, haciéndonos más parecidos a Él.
"Hay que aprender a escuchar su voz, tanto en los momentos felices como en los no tan felices". Papa Francisco
¿Cómo es la mirada de Jesús sobre mí?
"También nosotros podemos pensar: ¿cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión? Pero, por el camino que Él ha hecho, todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión".
Papa Francisco
Ser Salesiana es estar dispuesta a entregarle la vida a Dios para darla a los jóvenes sobre todo los más pobres y necesitados.
Ser salesiana es querer libremente vivir el legado de D. Bosco y M. Mazzarello.
Ser salesiana es vivir solo para Dios, entregándose a los niños, niñas y jóvenes hasta el último respiro como decía D. Bosco.
Si ésto es lo que deseas, tú puedes ser Salesiana.
Así se construye en equipo.
Así se sueña comunitarimente.
Así nacen muchas iniciativas al estilo de D. Bosco
La Asunción de la Virgen María y su fiesta el 15 de agosto
En términos religiosos, la Asunción hace referencia a la elevación al cielo de la Virgen María en cuerpo y alma tras su muerte. Por tanto,
supone el broche a la vida terrenal de María, madre de Jesús.
En la Homilía de Benedicto XVI (2010) se recoge que la asunción de María enseña el camino para alcanzar la felicidad: seguir la fe de
Jesucristo. De este modo, su subida al cielo serviría como ejemplo para el resto de cristianos, que viviendo bajo los mismos preceptos de la religión ...
Es el testimonio del seguimiento del Señor que hace una de nuestras Hermanas Colombianas en una de las Jornada del MJS en Italia
21 DE OCTUBRE
El 21 de octubre la Iglesia Católica celebra a Santa Laura Montoya quien sirvió a Dios en medio de los indígenas. Madre Laura Montoya Upeguí es la primera santa colombiana y solía decir: “Destrúyeme Señor y sobre mis ruinas, levanta un monumento para tu Gloria”.
Santa Laura nació en Jericó, Antioquia (Colombia) en 1874 en una familia muy cristiana. Cuando tenía dos años, su padre fue asesinado en una época dura para el país y su familia quedó en la orfandad y la pobreza.
En medio del dolor aprendió la importancia del perdón. Un día Laurita le preguntó a su madre quién era esa persona por quien rezaban siempre y ella le respondió que era por aquel hombre que asesinó a su padre.
Siendo joven estudió para ser maestra y así ayudar en el hogar, pero no faltaron las incomprensiones e incluso calumnias que mancharon su fama. Es así que golpeada por los problemas, Laura encuentra refugio en la oración y pudo continuar su tarea pedagógica, convirtiéndose en una líder de su tiempo.
Madre Laura, siempre tuvo la inquietud de evangelizar a los indígenas. Al buscar apoyo para esa causa, decidió viajar a Roma y hablar con el Papa Pío X. Cuando tenía todo listo para el viaje, se acercó a visitar a la Inmaculada en la Catedral de Medellín.
Allí, frente a la imagen de la Virgen, oró así: “Mira Señora, este dinero. Es el fruto de economías de muchos años y va ahora a gastarse en hoteles y barcos. Y todo porque tú, Señora mía, me dejas sufrir sola y no me haces el mandado a Roma”.
“Esta misma noche, preséntate, te lo ruego, al Santo Padre y cuando él ponga la cabeza en la almohada, hazle sentir los gemidos de los pobres salvajes del mundo y compromételo a hacer algo por ellos". Y Añadió: “Suspendo el viaje, mientras me traes la respuesta del Papa".
A la salida del templo, le preguntó a un amigo sacerdote cuánto se demoraría en venir una carta desde Roma y él le contestó que más o menos mes y medio. Al cabo de ese periodo, el Pontífice publicó la encíclica “Lacrymabili Statu Indorum" (El lastimoso estado de los indios), y pidió a los Obispos ayudar a los grupos humanos marginados de la civilización y la Iglesia.
Junto a sus seguidoras, trabajó en la evangelización de los indígenas y en 1914 funda la familia religiosa “Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena”.
Cuenta Santa Laura que una vez, estando en oración ante el Santísimo, vio mentalmente que muchas culebras y fieras se pusieron al frente. Dios les ordenó a los animales que a ella y a sus discípulas no les hicieran nada y que tampoco recibirían daño. Hasta hoy no se conoce que alguna religiosa de las “Lauritas” haya sido atacada.
La mayoría de los indios ignoraban sus derechos y se consideraban inferiores a los animales por lo que Madre Laura los ayuda a reconocer su condición de racionales y luego como hijos de Dios. Más adelante alentó a la Iglesia y al gobierno para que esta población sea integrada en el contexto nacional, con respeto a su lengua y tradiciones.
Esta sed de hacer conocer a Jesucristo se resume en su famosa frase: “Dos sedientos, Jesús mío: Tú de almas y yo de saciar tu sed”. Asimismo, una de las primeras oraciones que la Santa enseñó a los indígenas fue la jaculatoria: “María, madre mía, sálvame”.
Apoyada por unos, perseguida por otros, y mirada como mujer excéntrica, las dificultades no la desanimaron y logró gran influencia en la visión pastoral latinoamericana.
Después de pasar 9 años en silla de ruedas y de sufrir una larga y penosa agonía, es llamada a la Casa del Padre en 1949, dejando a su Congregación, en expansión, con 90 casas en tres países y 467 religiosas.
Uno de los milagros por intercesión de Santa Laura, aprobados por la Santa Sede, es la curación de un cáncer en estado terminal de doña Herminia Gonzáles de Álvarez, que vivía en Medellín en 1993.
Los restos de la santa colombiana, descansan en el Santuario de la Luz, en la ciudad de Medellín, en el que se puede visitar la habitación donde ella pasó los últimos momentos de su vida y se puede observar sus reliquias como el primer hábito que usó, sus silicios, un mechón de cabello, entre otros personales
22 DE OCTUBRE
Hoy laIglesia Católica celebra la fiesta de San Juan Pablo II, el Papa peregrino que viajó por el mundo y que resaltó que "el matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio".
Karol Jósef Wojtyla, más conocido como San Juan Pablo II, nació en Wadowice (Polonia) en 1920. El día que recibió la primera comunión le fue impuesto el escapulario y desde entonces lo llevó consigo como muestra de amor a la Virgen.
Tuvo una juventud muy dura por el ambiente de odio y destrucción de la Segunda Guerra Mundial con la invasión nazi, pero su fe lo llevó a ingresar al seminario de manera clandestina. Es ordenado sacerdote en 1946 y Obispo polaco en 1958, en el que escoge su lema oficial “Totus Tuus” (todo tuyo), en honor a María Santísima.
Fue elevado a los altares como santo por el Papa Francisco
Esta solemnidad ha sido colocada el último domingo del tiempo ordinario, como final del año litúrgico, para expresar el sentido de consumación del
plan de Dios-
El Papa Pío XI instituyó esta solemnidad con la carta encíclica Quas primas el 11 de diciembre de 1925, y después del Concilio Vaticano II ha sido colocada el último domingo del tiempo ordinario, como final del año litúrgico, para expresar el sentido de consumación del plan de Dios.
Celebrar el Tiempo de Adviento
La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.
La palabra Adviento, como se conoce este temporada, significa “llegada” y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.
En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual.
Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.
La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera “llegada” de Cristo a la tierra, de su próxima “llegada” triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.
La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, como México, familiares y amigos se reúnen para celebrar las Posadas rezando el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.
El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico.
Personajes del Adviento
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Isaías el personaje de la espera
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María la mujer de la plenitud
- Juan Bautista figura de preparación
8 de diciembre
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelio donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelio, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a Él se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.
El sí de María abrió a Dios la puerta del mundo y de esta manera Ella se convirtió en Arca viviente de la Alianza, en la que Dios plantó su tienda entre nosotros (cf Spe Salvi 49).
Día en que Don Bosco se encontró con Bartolomé Garelli y en ese momento nació la obra salesiana.
El 8 de diciembre de 1841 Don Bosco conoce a Bartolomé Garelli en la sacristía de San Francisco de Asís. Ahí comienza la labor pedagógica y educativa de los Salesianos, con un joven de 16 años huérfano, abandonado y analfabeto que sólo sabía silbar pero al que el santo de los jóvenes conquista con su cercanía y gana para siempre. Hoy se cumplen 173 años de fructífera labor en más de 130 países del mundo.
En este relato fundacional del Oratorio el propio Don Bosco cuenta lo sucedido:
Estaba preparándose para celebrar la misa. El sacristán se está peleando con un joven y le dice: "¿Qué vienes a hacer en la sacristía? ¡Márchate de aquí!" Y comienza a golpearlo.
- "¿Qué haces? ¡Deja a ese niño!", le grita Don Bosco.
- "Ven, ven aquí. No te haré nada. ¿Cómo te llamas?".
- "Bartolomé Garelli. Soy aprendiz albañil y no tengo ni padre ni madre".
- "¿Sabes leer? ¿Escribir? ¿Te recuerdas al menos de las oraciones? ¿Asistes al Catecismo?".
- "Como soy mayor que otros se burlarán de mí y no me atrevo. Me da vergüenza".
- "¿Me puedes esperar hasta que termine la Misa?".
Terminada la Misa, Don Bosco lleva a su alumno detrás de la sacristía.
- "¡Bien! Y ahora comencemos. Antes recemos juntos un avemaría a la Virgen. Me has dicho que no sabes leer, que no sabes escribir, que no te acuerdas de las oraciones... ¿Sabes al menos silbar?".
- "¡Oh, eso sí!", responde Garelli con una amplia sonrisa.
Don Bosco había vencido: la puerta de la confianza se había abierto.
El Año
de la Misericordia comprometerá a todos en la Iglesia. A los obispos y sacerdotes como ministros de la misericordia, a las personas consagradas como encarnación de la misericordia para cada ser
humano, y a los fieles laicos como promotores de la misericordia en el ámbito de las realidades temporales.
Las “obras de misericordia”, corporales y espirituales, son una síntesis concreta y práctica al alcance de todos. Entre ellas cabe
destacar el perdón de las ofensas como gesto propio de un año jubilar. Porque los jubileos nacieron, en la historia del pueblo de Israel, como “años de gracia”. En ellos se condonaban las deudas
y se devolvía la igualdad a todos.
Ahora bien, la misericordia tiene un precio. “Si el grano de trigo no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”, explicó
Jesús a Felipe. Para que germine la misericordia en nuestra vida, algo debe morir en nosotros: quizá una pereza, un apego, una visión superficial, un afán de mera justicia, un rencor, una
desconfianza. Sin embargo, este morir es pasajero. Cuando somos misericordiosos reencontramos nuestra propia esencia, que lleva en sí la impronta de Dios; ¡y vivimos de nuevo! Porque nunca se
parece tanto el hombre a Dios como cuando es misericordioso.
A mí me suena el runrún de mi corazón Próximos al tiempo de Adviento –que arranca el 29 de noviembre– y en vísperas del Año de la Misericordia –cuya apertura oficial tendrá lugar el 8 de
diciembre–, se nos brinda la oportunidad maravillosa de poner en marcha el corazón y hacer que lata al ritmo del Corazón de Dios hecho niño, hecho carne, Palabra en nuestra palabra. Recorrer ese
camino interior nos lleva a preguntarnos por la imagen que tenemos de Dios y cómo se manifiesta en nuestras vidas, pero también nos invita a entender nuestro papel en la vida cotidiana como
testigos de la misericordia divina
HIMNO DE LA MISERICORDIA
"Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia"
El logo y el lema ofrecen juntos una feliz síntesis del Año jubilar. En el lema «Misericordiosos como el Padre» (tomado del Evangelio de san Lucas 6, 36) se propone vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre que pide no juzgar ni condenar, sino perdonar y dar amor y perdón sin medida (cf. Lc 6, 37-38
El logo –obra del jesuita Padre Marko I. Rupnik– se presenta como una pequeña suma teológica del tema de la misericordia. Muestra, de hecho, al Hijo que carga sobre sus hombros al hombre descarriado, recuperando una imagen muy querida en la antigua Iglesia, porque indica el amor de Cristo que realiza el misterio de su encarnación con la redención. La obra está hecha de tal manera que pone de relieve al Buen Pastor al tocar en profundidad la carne del hombre, y lo hace con tal amor que cambia su vida. Un detalle, además, no puede pasar desapercibido: el Buen Pastor con extrema misericordia carga sobre sí a la humanidad, pero sus ojos se confunden con los del hombre. Cristo ve con el ojo de Adán y estos con el ojo de Cristo. Cada hombre descubre de esta manera en Cristo, nuevo Adán, la propia humanidad y el futuro que le espera, contemplando en Su mirada el amor del Padre.
La escena se sitúa dentro de la mandorla, una imagen también muy querida por la iconografía antigua y medieval que recuerda la copresencia de las dos naturalezas, divina y humana, en Cristo. Los tres óvalos concéntricos, de color progresivamente más claros hacia el exterior, sugieren el movimiento de Cristo que lleva al hombre fuera de la noche del pecado y de la muerte. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro sugiere también lo inescrutable del amor del Padre que todo perdona.
La Navidad también llamada «pascua de navidad», es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesús en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.
¡Enterrarla?
Enterrar la vida es pasarla sin hacer nada que valga la pena. Es no tener deseos de triunfo, ni un ideal, es perder el tiempo miserablemente; en una palabra, ser árbol que no da frutos, fuente sin agua, jardín sin flores.
Quienes optan por este estilo de vida tienen sus propias consignas:
No entregarse por completo, evitar problemas, alejarse de todo compromiso, dejar que las cosas sigan su cauce.
También estas jóvenes tienen diccionario propio:
En cuestión religiosa "Dios no pide tanto",
en cuestión sicológica "No hay que dejarse llevar por los sentimientos", en cuestión moral " Basta que cumpla con lo que se manda", en cuestión disciplinaria "Para qué esforzarse tanto"
En una palabra, estas jóvenes flotan en el ambiente, sin compromisos. Como no son, aparentan ser, viven en bandada como ciertos animales. Su lema es lo común. No se "tragan" a las que no son como ellas, su vida gira alrededor de su yo. Se pasa la vida haciendo "cosas" pero nunca hacen nada que valga la pena.
JUGARLA... Y PERDERLA?
El juego es siempre peligroso. Se puede ganar pero también se puede perder, y se pierde fácilmente cuando las jugadoras son inexpertas , imprudentes. Con la vida pasa igual, basta que se mueva mal una ficha del juego de la vida para que se pierda la partida.
Muchas jóvenes exclaman con frecuencia: "Hay que gozar la vida, la vida es para gozarla" Son como los epicúreos antiguos que menciona San Pablo: " Comamos y bebamos, que mañana moriremos"
¿PONERLA A PRODUCIR?
Hay muchas jóvenes responsables, generosas, valientes, sacrificadas "soñadoras" que tienen su mirada fija en un ideal y que a pesar de las dificultades o precisamente por ellas han puesto a producir los talentos que Dios les ha regalado.
Y es que la vida de la joven es así: lucha, trabajo, esfuerzo, sacrificio como dice el adagio Persa: "El mundo es de Dios y lo alquila a los valientes". O como leemos en San Mateo 11,12: "El Reino de los cielos padece violencia y solamente los que se entrenan, son capaces de arrebatarlo".